viernes, 12 de marzo de 2010

Cafetería de gatos

Dado que en Japón un tercio de la población vive sola, no es de extrañar que hayan triunfado allí las cafeterías especializadas en gatos. Unos establecimientos en los que el cliente se toma un café mientras disfruta del cariño y compañía que les dan estos animales.

Hasta estos locales se acercan unas 30 ó 50 personas al día, de todas las edades y ambos sexos. Entre ellos, muchos jóvenes encorbatados van por la tienda al mediodía. Pero, ¿qué es lo que hace que un japonés pague 500 yenes para tomarse un café rodeado de gatos? Los dueños de los locales atribuyen este fenómeno al estrés que sienten en el trabajo. En un país con un índice de natalidad bajísimo y una fascinación sin límites por todo lo tierno o Kauai, los gatos comienzan a ocupar el lugar que merecen en el ámbito económico. Pero ¿en qué consiste el servicio? Es muy simple, ya que sólo hay que pagar 500 yenes (3,1 euros) por media hora de estancia rodeado de gatos, que se puede renovar cada 10 minutos a cambio de 150 yenes (0,93 euros)…

Eso sí, existen dos reglas que los visitantes no se deben infringir. La primera es que los clientes no pueden llevar sus propios gatos (se trata de jugar o estar con gatos de entre menos de un año y 3 años). Y, la segunda, la obligatoriedad de pasarse por el baño antes de acariciar a los animales, primeramente con un jabón especial y, luego, con alcohol.

La idea de este tipo de cafetería llegó de Taiwán, donde un nipón que pasaba por la capital, Taipei, importó el concepto para ponerlo en práctica en Osaka, hace seis años.

Desde entonces en plena primavera para el sector de las mascotas japonés, cuyo valor estimado es más de un billón de yenes (9.174 millones de dólares), han florecido decenas de cafeterías de gatos en Japón.

Mar Heras para la revista Mk Marketing + Ventas. Nº 255. Marzo 2010.

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