viernes, 2 de octubre de 2009

Ahora, las quejas, con melodía y por entregas

Tiemble cuando un cliente de su empresa se queje cantándole una canción. Esto quiere decir que su grado de hartazgo ha cobrado límites y que las posibilidades de que no pare y trascienda a la opinión pública serán altas.

Esto es lo que le ha ocurrido a United Airlines recientemente con un pasajero descontento, que vio destruida su guitarra durante un vuelo. Dado que la compañía se negó a indemnizarle, el pasajero en cuestión, que era el músico canadiense Dave Carroll, manifestó su queja a través de la canción United Breaks Guitars que subió a YouTube el 6 de julio.

Su protesta se ha visto recompensada, porque en poco tiempo se ha convertido en un icono mediático en Norteamérica y en Reino Unido, y ha logrado un total de 3,8 millones de visitantes y 17.700 comentarios que versan sobre experiencias similares con la aerolínea.

United Airlines ha reaccionado a la tormenta mediática con la donación de 3.000 dólares a una organización de beneficencia relacionada con la música y ha afirmado que le gustaría utilizar el corto de Carroll para entrenar a los portadores de equipajes.

La cosa no ha quedado aquí, porque Carroll ha descubierto a través de esta denuncia el sabor de la fama y piensa "estirar su queja" en dos vídeos más.

Es decir, hará una lucrativa queja por entregas. De hecho, la segunda parte tratará sobre el empleado que rechazó otorgarle la indemnización, aunque aclaró que no va a ser desconsiderado con éste.

El caso es que el músico infortunado reconoce que este es el single más exitoso de su carrera, pues es la canción más descargada en iTunes en el Reino Unido.

Momento de gloria para el pasajero-cliente, aunque no tanto para la compañía aérea.

Mar Heras para la revista Mk Marketing + Ventas. Nº 250. Octubre 2009.

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