lunes, 16 de agosto de 2010

Los fracasos: "Cuanto antes, mejor"

Esta mañana, a eso de los 8:30, daba un paseo por el Parque del Retiro (Madrid) con mi sobrina y su perra boxer, Greta.

Mientras andábamos, tranquilamente, hablábamos sobre ese tipo de conversaciones que, cuando eres la víctima, no te gusta tener: "La de las asignaturas que te han quedado para verano" :-). ¡Un tema innombrable! Pero, bueno, hoy ha salido con naturalidad y así, se ha afrontado.

Me comentaba que le han quedado dos (cursa la carrera de fisioterapia) y que las tenía que aprobar en septiembre, porque el año que viene quería acabar la carrera. Es una persona que "no tenía cates nunca" y cuando ha llegado a la universidad, ha empezado a suspender alguna. ¡Lógico y normal!

Tengo, a su vez, otra sobrina, que se puede decir que es una empollona total, de las típicas sobresalientes y matrículas, pero que este año, casualmente, le han quedado dos asignaturas igualmente ( estudia tercero de medicina).

Y yo, su tía, esta mañana analizando la tolerancia al fracaso de una y de otra :-) :-) (Es lo que tiene el verano). Mientras la primera, lo lleva peor: el año pasado cambió de carrera (de enfermera a fisioterapeuta, por un motivo muy loable: la profesión de enfermería tenía mucho de sacrificio de vida personal y familia y, para ella, eso era primordial. Olé que con 20 años se piense así) y es una espinita que tiene clavada. La segunda, ha tenido este año el primer resbalón, pero tampoco parecía preocupada este verano. De hecho, lleva prácticamente los 3 meses de vacaciones de un sitio para otro, aunque estudiando, a la vez.

Y, a la conclusión a la que quiero llegar es. ¿Resulta tan importante aprobar todo "siempre"? ¿No es mejor que te quede alguna, alguna vez? Más que nada para que nos acostumbremos a que de vez en cuando fallamos o, si nos ponemos dramáticos, fracasamos.

Si aprendemos a fallar y, a fracasar, la tolerancia al fracaso será después mejor. Porque la vida no es siempre color de rosas... ¿O sí?

Mar Heras para la comunidad edirectivos (Si quieres ver más comentarios sobre este post, visita mi blog en edirectivos)

6 Comentarios:

Roberto68 dijo...

La mentalidad luchadora se adquiere a base de golpes y de levantarte. Por desgracia, he conocido a mucha gente joven, muy preparada que trabajaba en la misma empresa que yo (una empresa de aviación) y cuando vieron que la empresa presentó un ERE, empezaron a comportarse como niños miedosos, perdiendo en muchos casos la dignidad delante de sus jefes,e incluso, tratando de dejar en mal lugar a compañeros.¿El porqué? Muy sencillo, la mayoría acabaron de estudiar tras cinco años de carrera y no tuvieron que competir mucho por conseguir un trabajo, dado que cogieron una buena época. Más bien, o más mal, pero ninguno había estado nunca desempleado, no se habían visto nunca obligados a como se dice coloquialmente "buscarse la vida". Persoanlmente yo, claro que estaba preocupado, pero ¿miedo?. He pasado otras crisis y eso no me ha hecho mejor ni peor que eso, pero conozco los altibajos de la vida y los veo como parte normal de ella, así que siempre estoy dispuesto a pelear y entiendo que lo que necesitas es fortalecer tus herramientas para aumentar tu empleabilidad. Si me caigo, siempre me levantaré.

Mar Heras dijo...

Gracias, Roberto por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Los altibajos son parte de la vida y cuanto antes se asuman y formen "parte" de la normalidad mejor.Es mejor fortalecer esas herramientas para luchar con ellos, porque siempre estarán allí.

Muchas gracias, de verdad, por tu gráfico comentario y por compartir tu experiencia con nosotros.

Marcu Brody dijo...

Decía Nietzsche que no había aprendizaje sin sufrimiento, por tanto no hay mejora sin "traspieses"...

Mar Heras dijo...

Marcus, mucha razón tenía Nietzsche :-).

Andy dijo...

Una parte muy importante en la vida es aceptar aquello que nos pasa. El miedo es un sentimiento, y como tal nos da una información fiable de lo que nos está pasando, por lo que no debemos ignorarlo o despreciarlo. La pregunta sería: ¿ Para que me sirve sentir ese miedo?. Detrás de está la causa de nuestro comportamiento y el primer paso para generar un cambio de actitud.
El miedo es parte de la vida, como la envidia ó la pereza. Hay que aprender a convivir con estos sentimientos y el primer paso es aceptar que los tenemos.

Mar dijo...

Cierto, Andy. ¿Quién dijo que todo fuera fácil y bonito? :-).¿Algunas pellículas tal vez?