Es el planteamiento con el que acuden los consumidores diariamente a la tienda. Ahora, ésta se visita en busca de lo barato, de la oferta. El cliente ya no se plantea si le gusta más o le gusta menos un producto. Vuelve a lo básico, con el único discurso de cubrir la necesidad.
Dicho planteamiento lo refleja muy bien un artículo de la revista Marketing Week, con título "Brands go back to basics" que pone de manifiesto las estrategias adoptadas por diferentes empresas para mantener y no perder a un cliente que aprecia los productos de una compañía.
Así, cita como la cadena de supermercados Tesco ha sido una de las primeras empresas en adoptar una estrategia de Discount Brands en 350 productos (septiembre 2008) y cómo tiene planificado realizarlo en 100 productos más.
De la misma manera, marcas como L'oréal y Chanel estudian métodos alternativos de distribución, para llevar sus productos a una audiencia menos Premium y se plantean estar en tiendas más al acceso de todos, como Boots e, incluso, Lidl.
Curiosa, resulta esta crisis, ya hablando desde un punto de vista profesional. No está dejando a títere con cabeza y sí poniendo el mercado patas arriba. Es un buen momento para que los profesionales del marketing demostremos que realmente sabemos adaptarnos a las necesidades del cliente. Y que comprendamos que dichas necesidades ahora son mínimas, por no decir básicas.
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