En griego, la palabra crisis significa oportunidad. Bien es cierto que en las malas rachas hay puertas que se cierran para unos pero, también que se abren para otros. Por ejemplo, el sector de los vehículos nuevos y el sector secundario, que es el de reparación de éstos. El primero está viendo afectado sus ventas por la crisis, sin embargo, el segundo está saliendo beneficiado a raíz de ella. Los propietarios de vehículos retrasan la decisión de la compra de uno nuevo, confiando que con reparaciones puntuales, se puede alargar la vida del vehículo al menos un año o dos. Esta decisión, lógicamente, está favoreciendo a los talleres de reparación que están aumentando su negocio por el incremento de operaciones.
Un caso concreto de que lo viejo se puede reparar en vez de comprar algo nuevo, se encuentra en la empresa Glassinter, especializada en la reparación de parabrisas de vehículos. Esta entidad está recibiendo un aumento de avisos de reparación parabrisas espectacular. Los particulares, las flotas y sobre todo las compañías aseguradoras están incrementando este tipo de reparación, con un ahorro de hasta un 80 % del coste de un parabrisas nuevo. Es decir, en toda época de crisis hay quien sale beneficiado y quien sale perjudicado.
Mar Heras para la revista MK Marketing + Ventas. Nº 240. Noviembre 2008.
lunes, 3 de noviembre de 2008
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