miércoles, 13 de enero de 2010

¿Necesitas cinco líneas para pedir algo? Ja, ja, ja...

Hace una hora me llama mi hermana diciéndome que mi sobrina, que está en la universidad haciendo la carrera de económicas, tenía que enviar una carta a un profesor solicitándole unos apuntes. El motivo de la llamada era para preguntarme cómo debía redactarla.

Le he dicho a mi hermana que me pasara a mi sobrina para que me concretara. Con ella ya el teléfono, me amplía que esta solicitud de apuntes al profesor era ya algo que había comentado con él esta semana y que por eso le escribía el email.

Su duda venía del tratamiento con el que debía encabezar la carta. Si débía tratarle de Sr. Profesor, de estimado o de qué. Lo primero que le he preguntado es la edad del profesor y me ha dicho que era ya un señor entrado en años. Con lo cual, le he aconsejado que utilizara el Vd. en la carta y el estimado en el tratamiento, que es lo habitual en el lenguaje profesional. También le he comentado que en muchas escuelas se sigue utilizando el "apreciado" pero que es mucho más formal. En ese momento, ha venido su primera protesta, diciéndome que de qué iba, casi riéndose por lo del "apreciado".

Hemos continuado la conversación sobre lo siguiente que debía poner en la carta y le he dicho que se presentara. "Soy fulanita de tal, alumna de su clase su materia tal, en el curso x y le escribo para solicitarle los apuntes, como ya comentamos esta semana despues de su clase. Ahí ha venido su segunda protesta, ¡¡¡¡hala tía, cinco líneas para pedir unos apuntes!!!!

Yo le he contestado, cuántos alumnos tiene tu profesor. Supongo que muchos y tú que quieres, que te envíe los apuntes ¿no? Pues entonces, preséntate con respeto, ubícale, pídele lo que necesitas y, no se te olvide de despedirte, dándole las gracias.

Parece que con ese argumento, ya la he convencido más.

Soy partidaria de una comunicación directa, al grano y con economía en las palabras. Pero esta economía no debe olvidar a quién te dirijes, qué es lo que quieres y sobre todo, si le pides algo a alguien, no le hagas pensar, ubícale. Y, si para eso hay que escribir cinco líneas, pues se escriben...

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