
Una nueva tribu urbana compuesta de jóvenes, de entre 25 y 44 años, con profesiones liberales y estatus social elevado –lo cual les permite afrontar los gastos de ingredientes, menaje y utensilios necesarios– que se muestran ambiciosos, apasionados y con una clarísima vocación de impresionar a los demás.
Así lo revela un estudio realizado por Future Fundation –una compa

Entre las razones sociológicas que justificarían el notable incremento, se apunta el número cada vez mayor de solteros que viven solos; el que haya muchas mujeres trabajando fuera de casa que demandan a sus parejas que también se involucren en el tema, y, también, que, puestos a colaborar en las tareas domésticas, meterse entre pucheros es lo que menos les disgusta: “es más creativo que limpiar el polvo o fregar un inodoro…”
Estos datos e

Anatomía de un gastrosexual
Se mueve por el deseo de impresionar. Al gastrosexual le empuja la perspectiva del reconocimiento a un trabajo bien hecho, la idea de que un alarde de habilidad culinaria le hará mucho más atractivo. Por tal motivo, está a la vanguardia de las nuevas cenas en grupo: el 52% de los hombres menores de 44 años cocina para su círculo de amistades al menos una vez al mes.
Siente que coopera en casa, pero lo hace con estilo. La cocina, como la limpieza, es una parte esencial del trabajo doméstico, pero se ha elevado por encima de él: nadie el

Por otro lado, quiere gritar al mundo lo moderno que es. El gastrosexual no cocina sólo para saciar su hambre, sino que, de alguna manera, le está diciendo al mundo lo cool que es. Si nosotros somos lo que comemos, el gastrosexual es lo que cocina. Cocinar es para él una parte importante de su identidad y de su vida social.
Mar Heras para la revista Mk Marketing + Ventas. Nº 247. Junio 2009
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