miércoles, 4 de junio de 2008

Papá yo conduciré un BMW

Aquellas marcas que ocupan un lugar importante en la infancia, y nos hacen soñar, tendrán muchas posibilidades de seguir ocupándolo en la edad adulta.

Bajo esta premisa, y pensando en el largo plazo, la marca de coches de lujo BMW está haciéndose un
hueco en el mercado infantil.

Para enamorar a esos compradores del futuro, la firma alemana está comercializando una surtida gama de productos, desde peluches, trineos, bicicletas, coches de pedales y batería que llegan a emular a los reales.

"Se trata de que el niño, desde pequeño, se familiarice con el logo de BMW, que lo vea cuando va en el coche con su padre, y que al cabo de los años sea él mismo el que se compre el coche o la moto", explican fuentes de la compañía en España.

Los estudios revelan que el público infantil manda y mucho, y no sólo en la cesta de la compra actual. Por eso, las empresas no dudan en dedicar sus esfuerzos de marketing a este pequeño nicho que tiene tanto que decir.

Mar Heras para la revista Mk Marketing + Ventas. Nº 236. Junio 2008.

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