Echar a los poco rentables resulta totalmente contraproducente, porque supone dejar pistas a tu competencia. Es muy sencillo, si se echa a clientes de baja calidad, la competencia hará todo lo posible por llegar a los que permanecen en la base de datos, que son los buenos.
Seún Raju: "Si haces tu base de clientes transparente, despidiendo a los de baja calidad, los competidores te golpearán porque sabrán que sólo te quedan de un tipo".
Ahora cabe preguntarse: ¿qué hacer con estos clientes que aportan poco o nada? El estudio recomienda gestionarlos, pero de una forma barata. Por ejemplo, haciéndoles utilizar el teléfono o Internet para que se relacionen con la empresa. Es decir, utilizando métodos que no supongan tanto esfuerzo personal para la compañía. "Lo importante es mantener a la competencia confundida", explica Raju, así no distinguirán entre los clientes buenos y los malos.
Mar Heras para la revist Mk Marketing + Ventas. Nº 233. Marzo 2008.
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